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sábado, 9 de abril de 2011

D...R...A...M...A...T...I... y lo que sigue

Este es Ralf y le gusta decir: ¡¿PASTE?!

Mucha gente está convencida de que las raíces de la circunstancia actual de la juventud, su
falta de esperanza se encuentra anclada en la cultura que vivimos.

Si bien es cierto que esta tarea corresponde a toda la sociedad, pensamos que la escuela no puede desentenderse de la misma, porque ésta aún sigue siendo otro de los poderosos agentes de socialización en la vida del niño, especialmente en su infancia.
Desde esta motivación social, se buscan posibles instrumentos de formación de ciudadanos solidarios, comprometidos y críticos en las escuelas, hallando en el drama uno  de ellos. La dramatización trabaja desde lo más íntimo del ser de la persona porque el drama no requiere sólo de un proceso intelectual, sino que trabaja con temas que implican la dimensión intelectual, emocional y psíquica, lo que ha demostrado ser un camino muy efectivo  para el aprendizaje.

El Drama Creativo


Es una forma de drama improvisado, centrada en el proceso y no exhibicionista en la cual los participantes son guiados por un líder a imaginar, representar y reflexionar sobre la experiencia humana.

El Drama en Educación


Su objetivo reside en la generación de una experiencia a través de la cual los estudiantes puedan llegar a comprender las interacciones humanas, empatizar con las otras personas, e interiorizar puntos de vista alternativos. Los participantes se encuentran una situación o problema, pero los diálogos y los gestos que ellos producen van configurando una respuesta a las circunstancias que el grupo está imaginando e
improvisando.

El Juego Dramático


Es una forma de dramatización que incluye el juego espontáneo y en la que el adulto coordina a un grupo de niños que inventa, crea e improvisa a partir de temas y personajes elegidos por ellos mismos, sin la presencia de espectadores.

Dramatización


Ésta constituye un medio natural de aprendizaje para el niño, al crear un espacio de exploración para el mismo. A través de la actividad dramática el niño se atreve, no sólo a reproducir lo que ve, sino a transformar aquello que observa para poder así experimentar lo que ocurre. Mediante él se ayuda a los estudiantes a construir su propia realidad desde su visión personal en orden a llegar a un consenso con el grupo ante

una situación presentada. La dramatización genera experiencias imaginadas que conviven con las reales.

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